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Verde te quiero verde

Cuando de elegir se trata prefiero los hombres verdes. Son tan elegantes y frescos. Tan fuertes y salvajes.
Tal vez sea porque una vez me enamoré perdidamente de uno. Fue el primero. Diría que casi el único. Y viste cómo es esto del amor. Deja marcas.
Ahora viajo por la galaxia y al primer hombre que miro es al verde. Automáticamente llama mi atención aunque vaya acompañado de un hombre azul que es el color más codiciado.
Dicen que el mito del atractivo de los hombres azules quedó porque hace miles de años existía una leyenda de un tal “príncipe azul” que vendría a ser como el robot que tiene la Sra de Tranmsila. El príncipe azul era un hombre de la era planetaria, con dos brazos y una cabeza. Era altísimo, aunque muy estrecho.
En esa época sólo había hombres blancos, negros y ocres… dicen que se mezclaban y salían hijos tornasolados.
-¡Se mezclaban!
Si, no eran hermafroditas. Vos no estudiaste nada me parece.
Bueno, la cosa es que eran muy feos. Igual hacían concursos de belleza y ganaban los entes que tenían más inflados los globos… no sé que le veían de interesante. Pero todo eso fue hace mucho tiempo. Ese mundo desapareció ¿te acordás que en el colegio nos enseñaron que fue en una explosión?
-Si, me acuerdo, la explosión del “Big Mac”.

Comentarios

mEy! ha dicho que…
EXCELENTE!!!

me encanto! Yo cada tanto, sobretodo cuando viajo en subte, tren o colectivo tengo "ilusiones". Asi las define un amigo. Tener "ilusiones" es soniar estando despierto y hasta con los ojos abiertos. Y se trata de ver cosas que no pasan mezcladas con cosas que realmente estan sucediendo. Yo tengo ilusiones de todo tipo: algunas más violentas (cuando imagino que asalto un banco, o rescato a algun pobre indefenso ser en peligro en la calle, o cuando imagino un tiroteo en el medio de un supermercado donde derrumbo con mis patadas gondolas repletas de mercaderia), otras mas fantasticas (con seres desconocidos y contactos extranios) y tambien tengo ilusiones musicales (son las mas frecuentes y consisten en convertir la calle, o el colectivo o el lugar que sea en una comedia musical, en donde la seniora pega un salto y da las notas mas agudas y el hombre de bigote saca un baston y da las notas mas bajas)

...ilusiones....
mEy! ha dicho que…
jajaja! y todo eso sin ningun alucinogeno, eh!
Miquita ha dicho que…
jaja, no dudo que nosotros mismos podemos generar una especie de "alucinógenos" naturales en el organismo, y está buenísimo porque podemos convertir un aburrido momento en un escenario perfecto, ver hasta en las caras de enojados de los señores del colectivo personajes ideales para cuentos o historias... pero hay que tener cuidado con lo que se imagina porque puede convertirse en realidad!! Un abrazo Mey.
vinilica vegana ha dicho que…
al bigmac sobrevivió greenpeace parece...

muy bueno niña.
Val ha dicho que…
¡yo quiero un hombre blanco!!! de esos existen... la ultima vez que encontre uno al tiempo se empezó a desteñir ¡¡quiero un hombre blanco pero real!!... Aunque pensandoló bien
me conformaría con un Big Mac!!!
GER! ha dicho que…
Dicen que se mezclaban, es verdad. Pero raro, se mezclaban sin mezclarse del todo. Al segundo anillo de Saturno llegó el rumor de que el hombre que nacía de esa mezcla salía por donde se hace pis, pero estoy seguro de que son cosas inventadas, no cabe en ninguna cabeza eso.
A mí, personalmente, siempre me atrajeron las chicas venusinas. Tienen fama de gatas, pero por el contrario, son como muñecas etéricas muy bonitas.

(Entre nosotros....lo del Big Mac estuvo fantáaaaaaaaastico, muy bueno, jaja).
Daniel Battiston ha dicho que…
Gracias por tu comentario.
Por supuesto estuve paseando por tu blog, y me gustó tanto que lo linkeé desde el mío.
Miquita ha dicho que…
Hola Daniel, gracias! me alegra mucho tu visita. Yo te conocí gracias a Mi otro yo... es apasionante este mundo blog como empieza a tender redes, hay gente muy creativa, llena de ideas y talento, fue un gran gusto encontrarte y leerte.

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Cerradura

Tengo una pasión irrefrenable y créanme que me da mucha vergüenza hablar de esto. Algunos me tildarán de fisgona, de impertinente y hasta de enferma... me gusta ver a la gente a través de las cerraduras. No me importa mirarlas desde una ventana, desde una terraza. El hecho no es tan simple como querer verlas sin que ellos lo perciban. Mi vicio, mi fervor es la escultura que despeja la silueta de la cerradura sobre la vida, la gente... es el recorte de intimidad que se presenta ante mis ojos, la selección fortuita de los hechos. Todavía lo recuerdo. Recién llegaba de la clínica. Elsa, esa mujer que ahora tiene nombre y el título Madre, me llevaba en sus brazos mirándome con una leve sonrisa y un gesto que aún no comprendo. Me puso en un moisés de mimbre blanco y cerró la puerta. De repente me encontré sola en una habitación demasiado aireada para mi piel acostumbrada a nadar hasta ese momento. Empecé a experimentar el mundo de afuera, a conocer los olores de esa casa
te encuentro vida a la vuelta del mantel lleno de migas, al costado del sol de la siesta, en el sur donde crecí, en los árboles que se asfixian pintados de blanco, creyéndose novias puras, que con su vestido esperan sobre la vereda que al año siguiente vuelva el pintor de la municipalidad y les acaricie la corteza. te encuentro amigo cuando menos lo pienso, compartiendo el estudio, los sueños, las ganas de hacer algo productivo con esta existencia, para nosotros y para lo otros. cuando me entrego, cuando dejo lo que no uso, cuando uso lo que necesito y doy y no me aferro y no me lamento. en verdad todo eso queda… y ustedes van, siempre van a alguna parte y no quiero perderlos.