Me gusta pensar que una vez fui el refugio de tu alma que estaba de paso. Cinco meses te tuve mientras te multiplicabas incansablemente hasta que el tic tac de las horas dijo basta para vos y para mí y tuviste que volver a la lucha cósmica en la que hadas, duendes y ángeles planean una emboscada para vencer a la muerte. Me gusta pensar que querrás volver para quedarte, resignado ante la inminencia de la muerte sabrás que la vida, tu vida es lo más hermoso de todo esto.
Rienda suelta a las palabras que no son mías, son copias infieles que me deja el mundo al pasar, que susurran angelitos y demonios. Dame letras y tendré motivos para andar y desandar lo dicho. Es que sin letras no hay palabras y no existo.