Rata
Abandonó el barco como una rata. Sabía que nos íbamos a pique. Evitaba el naufragio. El agua. La lluvia de mis lágrimas. No me di cuenta hasta que se fue, él era quien nos hundía porque hemos vuelto a navegar en paz.
Rienda suelta a las palabras que no son mías, son copias infieles que me deja el mundo al pasar, que susurran angelitos y demonios. Dame letras y tendré motivos para andar y desandar lo dicho. Es que sin letras no hay palabras y no existo.