Sueños
No se podría dormir, sabía que contar ovejas no funcionaba. Contó mujeres con traje azul saltando las vallas. Llegó a contar 123 hasta que se durmió. En el sueño, una de ellas se tropezaba con la valla y caía desplomada sobre el suelo. Despertó asustada, pero los barrotes de su celda la tranquilizaron. Por la mañana las carceleras parecían mal dormidas y una de ellas tenía un chichón en la cabeza. Claudia sonrió, al fin había descubierto porqué estaba embarazada.